Olivia fue rescatada con año y medio de vida después de que una granja de puesta intensiva de huevos la desechara por no ser lo suficientemente productiva. Fue salvada junto a 129 gallinas más del camión que las llevaba al matadero.
Ahora Olivia vive en el santuario, donde puede ser ella misma y desarrollarse como individuo.
Olivia fue la gallina que más tardó en recuperarse cuando llegaron al santuario. Estaba completamente sin plumas y tenía la cabeza llena de callos debido a las picaduras de otras gallinas durante el tiempo que vivió siendo explotada. Esto hacía que tuviera muchísimo miedo del contacto con otras gallinas y siempre buscara refugio en los humanos que la cuidábamos.
Con el tiempo fue perdiendo el miedo y se recuperó de las heridas, así que pudo unirse a uno de los grupos de gallinas. Pero siempre estaba sola, con el miedo de que otras pudieran hacerle daño.
Debido a la puesta de huevos, sus huesos se debilitaron y sufrió una fractura en una sus piernas, por lo que estuvo viviendo con nosotras unos meses. Fue ahí donde conoció a Cleopatra, una gallina que había sufrido múltiples fracturas en sus piernas. Olivia y Cleopatra se hicieron mejores amigas y desde entonces comparten su vida.
Debido a la selección genética y al uso y explotación sufrido para la producción de huevos, Olivia puede estar sufriendo y/o sufrir varios de los siguientes problemas:
Su esperanza de vida sin un implante es de 3 a 5 años, mientras que con un implante puede vivir hasta 8 años con una muy buena calidad de vida.
Es por eso tan importante que pueda tener acceso a su implante, porque sólo así empezará una vida en verdadera libertad.
¿Quieres hacerlo posible?