Altea fue rescatada con año y medio de vida después de que una granja de puesta intensiva de huevos la desechara por no ser lo suficientemente productiva. Fue salvada junto a 129 gallinas más del camión que las llevaba al matadero.
Ahora Altea vive en el santuario, donde puede ser ella misma y desarrollarse como individuo.
Altea sufrió un prolapso, así que para recuperarse la tuvimos que subir a enfermería. Y ahí descubrimos que ella y Alba Martina eran mejores amigas.
Alba Martina estaba en enfermería porque tenía cáncer avanzado, se encontraba muy mal y ya no quería comer. Pero cuando llegó Altea, Alba Martina recuperó un poco las fuerzas y siguió luchando por su vida.
Altea cada día la incitaba a comer, picaba un poco la comida y miraba a Alba Martina, no paraba de hacerlo hasta que Alba Martina comía. Ambas pasaban cada momento del día juntas, Altea siempre animando a Alba Martina.
Sabemos que la compañía y apoyo de Altea hizo que Alba Martina viviera unas semanas más siendo feliz a su lado.
Debido a la selección genética y al uso y explotación sufrido para la producción de huevos, Altea puede estar sufriendo y/o sufrir varios de los siguientes problemas:
Su esperanza de vida sin un implante es de 3 a 5 años, mientras que con un implante puede vivir hasta 8 años con una muy buena calidad de vida.
Es por eso tan importante que pueda tener acceso a su implante, porque sólo así empezará una vida en verdadera libertad.
¿Quieres hacerlo posible?